Siglo XVII
El Monasterio y los de Alborge nombraron en arbitrios a Don Juan Maco, arcediano de Zaragoza y a Don Jerónimo Pérez, los que sentenciaron y condenaron a los de Alborge a que pagaran al Monasterio del trigo, cebada, avena, panizo y mijo de la huerta el Sesano; y del monte Setano.
De los olivos el Sesano en especie, de la hoja de las moreras, el Sesano con hoja, si no se concertaban cada vecino de por sí, en seda, o dinero.
El Monasterio dio a los de Alborge como terratenientes perpetuos la graja de Romana, con cargo de pagar el Monasterio el Setano de todos los granos.
Siendo abad de Rueda Don Lorenzo Pérez de la Aldea, convino con el Consejo de Alborge concordar las dudas que había entre ambas partes acerca de pagar los derechos de las habas, garbanzos y guijas y mediante escritura se ajustó se pagase el sésamo al Monasterio.
Varios vecinos de Alborge vendieron al dicho Villanueva los campos que respondían debajo de la casa y granero, haciendo de ellos el huerto cerrado que se llamó huerto del Capitán.
Luis Lope y Jerónima Arciel vendieron a la viuda de Villanueva el Campo de la barca que confrontaba con moreral que ya era suyo.
Posteriormente todas las posesiones del Sr. Villanueva son vendidas al Monasterio por el precio de 10.000 sueldos el (16-03-1637).
El Abad Don Diego de Pueyo nombre regidor de Alborge a Miguel Morer y Pedro Ros los cuales mediante el corredor intimaron a Bernardo de Salas molinero, que no tomase ni usase el agua de la acequia para beber ni abrevar a sus bestias y lo mismo hicieron con el tabernero, carnicero y hornero.
Enterrado el Abad de todo esto les citó criminalmente a la corte del Señor Justicia de Aragón, Suplicaron para ello los Regidores Agustín Graus, Pascual Bes y Antón Graus y debido a estos fueron perdonados.